


El Fedora debe su aura al célebre sombrerero italiano Giuseppe Borsalino. A finales del siglo XIX, mientras los hombres lucían mayoritariamente el Bombín, Borsalino concibe un modelo ingenioso, marcado por un pliegue central y hoyuelos laterales. Esta sutil innovación permitía a los hombres descubrirse con una notable facilidad, ofreciendo un toque galante a cada gesto. Rápidamente adoptado por los elegantes de la época, el Fedora se convierte en un verdadero fenómeno de moda, coronado por un triunfo internacional en la Exposición Universal de París en 1900. Desde entonces, el nombre «Borsalino» ha pasado al lenguaje común, confundido ahora con este sombrero legendario.
El Fedora no tardó en conquistar Hollywood y convertirse en un ícono cinematográfico desde los años 1930.
Llevado por leyendas como Frank Sinatra y Humphrey Bogart, este sombrero encarna entonces misterio y seducción en la gran pantalla. Se convierte en el accesorio privilegiado de los directores para vestir a detectives privados, policías incorruptibles y gánsteres enigmáticos.
Más allá del cine, el Fedora simboliza la audacia, la seguridad discreta, y atraviesa las épocas con una gracia intacta, siempre cómplice de hombres y mujeres que desean afirmar su estilo con refinamiento y sutileza.
Símbolo de un refinamiento atemporal, el sombrero Fedora se impone desde hace más de un siglo como una pieza maestra del vestuario elegante. Su silueta estructurada, su ala flexible y su pliegue central le confieren una prestancia natural, a la vez clásica y profundamente actual.
Pieza de estilo, pieza de carácter, firma una apariencia que no busca seducir, sino imponerse naturalmente.
Durante mucho tiempo compañero de las siluetas masculinas, se ha invitado con gracia en los guardarropas femeninos, encantando por sus líneas suaves, su sombra generosa y sus múltiples variaciones de estilo.
En nuestra selección, cada modelo encarna un equilibrio sutil entre estilo afirmado y exigencia técnica. Desde modelos en fieltro merino o en pelo de conejo para las estaciones frías, hasta versiones en fieltro repelente al agua o en materiales ligeros pensados para el outdoor, se adapta a todas las exigencias sin ceder nunca en elegancia.
En Bon Clic Bon Genre, se declina en una gama de alta gama donde el corte perfecto se encuentra con los acabados más cuidados: cintas tono sobre tono o contrastadas, coronas trabajadas, bordes dentados o brutos. Una atención al detalle que se encuentra en cada pieza, pensada para durar y atravesar las tendencias con gracia.
Algunas versiones muestran un espíritu urbano afirmado, otras evocan el gusto por el viaje o los materiales técnicos. Entre inspiración player o revisitas del clásico, el Fedora afirma una libertad de tono rara, todo mientras se ancla en una tradición artesanal de calidad.
En la colección de verano, el Sombrero panama retoma sus líneas icónicas, al igual que el trilby cuyo ala ha sido simplemente acortada. El sombrero traveller sigue siendo un modelo similar pero su ala se baja en la parte trasera para proteger mejor la nuca.
Para variar los placeres manteniendo el espíritu de un sombrero con carácter, también se puede optar por la gorra hombre —más desenfadada— o por un Gorro Docker, silueta corta y contemporánea. Cada forma dice algo de uno mismo: el Fedora, por su parte, habla de seguridad, elegancia y un cierto arte de vivir.